El Cotillo, en la costa oeste de Fuerteventura, es un encantador pueblo pesquero que, pese a su reducido tamaño, posee un gran valor tanto para los residentes en la isla como para los visitantes: su inefable sabor marinero, sus extensas playas vírgenes por un lado y las lagunas con aguas cristalinas y arena blanca por otro, el sabor del mar servido en una amplia variedad de restaurantes y, sobre todo, la puesta de sol que cada día nos regala la naturaleza, hacen que El Cotillo fascine a todo aquel que tiene la suerte de conocerlo.
La versatilidad de sus magníficas playas y bellas lagunas, elegidas en varias ocasiones como algunas de las mejores playas de Europa por los turistas, permite desde el relax más absoluto hasta la exploración de unos impresionantes parajes.
Hacia el norte de la pequeña bahía de amarre de barcos de pesca, en dirección al bello faro de El Tostón (hoy convertido en museo de la pesca tradicional, de visita obligada), playas pequeñas, de mar tranquilo que forman lagos gracias a las rocas volcánicas que las rodean, de arena muy blanca y aguas increíblemente cristalinas. Es el caso de la playa de La Concha, Los Lagos y Los Charcos, entre otras.
Hacia el sur, desde el Castillo del Tostón hacia los acantilados de la zona, el escenario de la costa es muy distinto pero igualmente cautivador: extensas playas vírgenes de varios kilómetros de longitud, como Piedra Playa, de aguas salvajes y arena fina y dorada, apropiada para la práctica del surf y otras actividades náuticas.